Marcela Acevedo, Coordinadora de Unidad de prácticas de bienestar de la salud Usach:
“Nos interesa formar médicos con un sentido social, que sanen y acompañen el proceso de recuperación de nuestros pacientes”
Pediatra de la Universidad de Chile, al terminar sus estudios trabajó en El Hospital El Pino en el Servicio de Pediatría a cargo de pacientes pediátricos. Por motivos personales, conoció la prácticas de bienestar de la salud y luego de una experiencia sanadora comenzó a estudiar distintas terapias, entre ellas la Sanación Pránica, curso que imparte en la Unidad de prácticas de bienestar de la salud de la Universidad de Santiago. A continuación, reflexiona sobre los prejuicios en el mundo de la medicina tradicional y cómo las nuevas generaciones de estudiantes han integrado ambas ramas de la medicina.
¿Cómo fue tu acercamiento al mundo de las prácticas de bienestar de la salud?
Conocí terapias desde pequeña porque mi mamá me llevó muchas veces a un Homeópata, pero cuando estudié medicina se me transmitió de que todo lo que no estuviera dentro de la medicina convencional no era válido y desde ahí comencé a ver con desprecio y arrogancia a todo lo que no fuera la medicina que yo estudié. Creo que eso es lo que a la mayoría de los estudiantes de medicina les pasa.
Luego de llevar 2 años de ejercicio de mi profesión nació mi primer hijo y al mes de nacido comenzó a tener una enfermedad que no tenía tratamiento. Esta era una colitis alérgica que le generó diarrea por 6 meses y era producida por los alimentos (leche, carnes, legumbres, frutas y vegetales varios). En ese momento, en estado de mucha angustia optamos con mi pareja por llevarlo donde una psicóloga que realizaba Medicina Sintergética. Yo confiaba en ella y sabía que tenía ciertas habilidades, así que nos entregamos a lo que ella llamó sanación. Al día siguiente de la sesión, luego de 6 meses, mi hijo se mejoró por completo de su enfermedad. Esto fue absolutamente transformador en mi vida y me llevó a un cambio de perspectiva o de paradigma de la medicina. Desde ahí comencé a estudiar de todo, comenzando con medicina Sintergética, luego Terapia Floral y Sanación Pránica.
¿Hace cuánto te desempeñas como docente en Usach? Cuéntanos sobre tu rol como Coordinadora de la Unidad de prácticas de bienestar de la salud
Soy docente de la USACH desde el año 2006. Fui designada como Coordinadora de la Unidad de prácticas de bienestar de la salud el año 2013 por el Dr. Pedro Aguilar, quien fuera Director de la Escuela de Medicina los años 2013 y 2014 y el que hace posible la existencia por primera vez de la Unidad de prácticas de bienestar de la salud de la Escuela de Medicina de la USACH. Pedro me dio libertad de desarrollar las actividades que yo quisiera, por tanto lo que ido haciendo es un curso, que es electivo para los estudiantes de Medicina de primero a quinto año de medicina. El primer año se inscribieron alrededor de 30 y el 2° año tenía una lista de espera de 70 estudiantes. Lo que se les enseña son las grandes escuelas de Medicina no convencional. Medicina China, Ayurveda, Chamánica, Antroposofía, Naturopatía y otras terapias como Sanación Pránica, Flores de Bach, Medicina Sintergética. Todo lo anterior de manera introductoria.
Además organizamos un Simposio de prácticas de bienestar de la salud donde invitamos a destacados expositores, expertos en distintas áreas y está dirigido a los estudiantes del área de la salud.
Hemos hecho investigación y organizamos un Policlínico de MC en uno de los Campus Clínicos de la Escuela en el Hospital El Pino.
¿Qué aspectos de la Sanación Pránica destacarías y por qué?
En la formación que realicé de Sanación Pránica el año 2014, me impresionó cómo es tan fácil percibir la energía vital y eso te empodera como terapeuta de manera importante. Personalmente yo como paciente fui testigo de lo eficaz que fue- tanto en lo físico y emocional -en los temas que trabajé. Yo como terapeuta también pude ver cómo – en forma rápida- se pueden ver efectos en las personas. Son pocas las terapias que generan tan rápida mejoría.
¿Cómo crees que el mundo de la medicina tradicional ha recibido la introducción de este tipo de terapias en la educación superior y en programas de gobierno?
Hay de todo en todos los niveles, pero los que se atreven a experimentar, al ver resultados en lo que les aqueja o ven el cambio de perspectiva hacia su vida que genera este nuevo paradigma en salud, lo acogen muy bien. Para muchos llega a transformarles la vida incluso. Creo que los más reacios a abrir la puerta a estas medicinas somos los médicos, ya que hay muchos prejuicios. Los estudiantes de medicina cada año se acercan más y más a estas otras visiones porque hace rato también hay un sentir generalizado de que algo falta, que lo que les enseñamos durante 7 años, no es suficiente. El MINSAL por otra parte está apoyando cada vez más a que esta visión se expanda a pasos agigantados. Las encuestas muestran que la población chilena opta por otras alternativas en más del 50%.
¿Qué importancia tiene para la Usach patrocinar diplomados como el de Sanación Pránica?
Hablando en nombre de la Escuela de Medicina puedo decir que apoyar este tipo de Diplomados, que pretenden ampliar la visión de la salud y entregar herramientas que ayuden a nuestros pacientes de manera mucho más integral, abarcando lo físico, emocional y porque no decirlo a nivel espiritual, es parte de la visión y misión de nuestra Escuela. Formar médicos con esa mirada, la de sanar y acompañar el proceso de recuperación de nuestros pacientes y con un sentido social que abarque a la población más vulnerable sobre todo.
¿Cómo fue la experiencia de la primera promoción egresada? ¿Qué es lo que más destacarías?
Bueno los 5 internos e internas que realizaron este diplomado quedaron muy satisfechos en su aprendizaje y felices porque, además de poder aprender una nueva técnica de salud, pudieron hacer un proceso personal de sanación y autoconocimiento.