Terapeuta de la especialidad gana concurso interno en CESFAM

En una nueva versión del concurso interno del CESFAM (Centros de Salud Familiar) “Buenas Prácticas”, la enfermera y terapeuta pránica Patricia Derpich fue una de las ganadoras, postulando con los resultados que obtuvo al aplicar Sanación Pránica. Con casi dos años de realizar atenciones en forma sistematizada en la institución, con el registro computarizado del antes y después de estas atenciones y con videos testimoniales de pacientes, Patricia logra ganar el concurso, lo que significa que ha ganado insumos para realizar la terapia en CESFAM.

El concurso “Buenas Prácticas” es algo que se realiza a nivel nacional, en todos los servicios de salud en Chile. Además de la medicina tradicional que se aplica en los centros de salud, existen otras actividades que ayudan al paciente, que no estarían enmarcadas en las actividades y prestaciones que normalmente realizan.

Patricia lleva más de 30 años ejerciendo la profesión de enfermera. Con el tiempo fue probando distintas terapias complementarias, como lo son las Flores de Bach, Biomagnetismo, Código de la Emoción, entre otras. Luego de comprar unas Flores de Bach, leyó un folleto con una pequeña explicación de lo que era Sanación Pránica. Esto la motivó a tomar la 2da versión del Diplomado en Sanación Pránica realizado por PRANAVIDA el año 2016.

¿Por qué te gustó la Sanación Pránica?

Porque era unir la ciencia. Siempre he querido demostrarles a mis otros pares del área de salud que estamos como equivocados. Que estamos como en la parte científica, estamos como alejados de lo que realmente sana. Y que estamos atrasados. Llegamos atrasados a la enfermedad. Eso es lo que siempre he pensado. Que la gente de salud estamos llegando atrasados a la enfermedad. Estamos llegando cuando la enfermedad ya está instalada. Y nosotros decimos que hacemos promoción y prevención. Pero no es así. No solucionamos el problema emocional antes, que es lo que provoca finalmente la enfermedad física. Entonces eso es lo que he querido demostrar este tiempo: unir la ciencia con la energía.

¿Siempre te has centrado en terapias complementarias?

No. Por mucho tiempo empecé a hacer terapias. Y después encontré Sanación Pránica, que me encantó. Había tenido ganas de hacer Reiki, pero al final nunca había podido hacer, pero encuentro que esto (Sanación Pránica) es mucho más completo. Lo encuentro mucho más amplio. Nosotras como enfermeras tenemos un método para todo. Por ejemplo, para parar un sangramiento: presión digital, alzar la extremidad, presionar la arteria. Y resulta que con Sanación Pránica puedes hasta parar una hemorragia a distancia. O sea, lo encuentro maravilloso. Hay un montón de cosas. Yo también hago sanación a distancia y he hecho sanación a Brasil, a EE.UU., de gente amiga que ha ido y me llama “oye, estoy con tal problema, ¿puedes hacer algo?”. Entonces es maravilloso. Lo encuentro maravilloso y quiero mostrarlo. La gente queda maravillada, contenta. Tengo enfermeras que ya están jubiladas, que se han encontrado conmigo, llenas de dolor de huesos, sobre todo en las articulaciones y les doy hora y están felices. Están felices porque han disminuido sus dolores, se sienten más vivas, más partícipes de la vida diaria.

¿Cómo fue el proceso para postular al concurso “Buenas Prácticas”?

Yo, hace como dos años, concursé con un tema de “sonidos curativos”. Gané en esa oportunidad. Sonidos curativos son vocalizaciones que uno hace y enseña al paciente y disminuye el dolor. Después de eso, yo inicié el Diplomado en Sanación Pránica, y ya comencé con las tareas que te empiezan a dar. Empecé a atender a los funcionarios del CESFAM donde yo trabajo, y también a usuarios que yo veía que la necesitaban. Y como estaba haciendo prácticas, les pedía que por favor si les podía aplicar esta terapia, que era una tarea que me habían dado, y ellos facilitaban la atención. Después comencé a atender. Porque la directora de mi CESFAM vio que tenía buenos resultados la Sanación Pránica y me autorizó para hacer algunas horas de atención. Así que desde ahí comencé a juntar material, porque una de las exigencias es que las “Buenas Prácticas” lleve de antigüedad mínimo un año y que haya evidencia. Entonces, junté evidencias de las atenciones de los pacientes. O sea, todo lo que hacía, yo lo registraba en un sistema que nosotros tenemos computacional de ficha clínicas que se llama “Rayen”. Entonces hacía la sanación, pero mientras los cristales estaban funcionando, yo escribía la evolución del paciente, cómo estaba antes y después cuando terminaba la sesión, colocaba y evaluaba lo que estaba realizando, y lo registraba nuevamente en el Rayen. Entonces, fui juntando durante un año atenciones, evidencias en Rayen, y junté personas que quisieron dar su vivencia en un video. Tengo como 3 videos de personas que vivieron todo el proceso, de cómo llegaron y cómo se sanaron. Y cómo se sanó su familia, porque en el fondo también su familia se vio influenciada en la sanación. Y, teniendo todo eso, uno postula, enfocando a la salud familiar. Finalmente, esto es recepcionado por la Atención Primaria, y la Atención Primaria lo envía al Servicio de Salud y el Servicio de Salud con una comisión, eligen varios proyectos que ganan el concurso de Buenas Prácticas. Y después de eso, se hacen publicaciones nacionales de Buenas Prácticas, de todos los servicios de salud de Chile.

¿Crees que debería implementarse la Sanación Pránica en más centros hospitalarios?

Sí, totalmente. En todos lados, porque la Sanación Pránica te sirve para todo. Para todo, todo. En los hospitales, en las clínicas, creo que en todos lados tiene que llegar.