El cuerpo de las emociones

 

El sistema humano está compuesto básicamente de varios cuerpos lo que ayudan a experimentar diferentes fenómenos en varios niveles, empezando por el nivel físico de la experiencia hasta los niveles emocional y mental. La parte más gruesa del sistema es el cuerpo físico, el que está compuesto por el cuerpo físico visible y el cuerpo físico invisible, conocido como cuerpo etérico. Cerca del cuerpo etérico o cuerpo energético, está localizado el cuerpo emocional, el cual lo interpenetra y, a menudo, es llamado el cuerpo astral ya que está hecho de luz y, para la mirada de un clarividente, luce como una luz estrellada rodeada por colores brillantes que se mueven constantemente. Cada color corresponde a un sentimiento, pasión o deseo en la materia astral.

 

La materia astral es más fina que el átomo físico y puede interpenetrarlo sin impactar en el átomo físico. Esto significa que la materia astral está rodeada y llena la materia física. Por lo tanto, según Geoffrey Hodson “un ser que vive en el mundo astral podría estar ocupando el mismo espacio que un ser que vive en el mundo físico; sin embargo, cada uno estaría completamente inconsciente del otro, y de ninguna manera impediría la libre circulación del otro” (Hodson, 2007, p. 56). En otras palabras, basado en el principio de interpenetración, diferentes reinos de existencia existen simultáneamente aquí y ahora, así que, para percibirlos y experimentarlos, el movimiento en el espacio no es necesario; más bien necesitamos abrirnos a nivel más altos de conciencia para sintonizar con ellos, algo similar a sintonizar diferentes estaciones de radio (Powell A., 2005).

 

Conocer la existencia, características y funciones del cuerpo emocional es crucial ya que juega un rol vital en la existencia humana. Te compartimos las principales funciones en los párrafos que siguen.

 

El cuerpo emocional es el medio de las emociones, sentimientos, pasiones y deseos que son más sutiles que el cuerpo energético. Usando el cuerpo emocional, el humano es capaz de experimentar intensas emociones incluyendo tanto las más bajas y como las más altas, desde la ira, temor, estrés, irritación hasta el amor, compasión y felicidad. En otras palabras, el cuerpo emocional se especializa en sentimientos (Master Choa Kok Sui, 2009).

 

Este cuerpo actúa también como un puente entre el cerebro físico y la mente que opera en el cuerpo mental que se localiza cerca del cuerpo emocional y es incluso un vehículo más sutil. Sin el cuerpo astral, no habría contacto entre el mundo externo y la mente y, además, no habría conexión entre los impactos físicos y las percepciones de la mente. De hecho, cada vez que pensamos, generamos vibraciones en el cuerpo mental, las cuales se transmiten al cuerpo astral.

 

A partir de la materia astral, se afectará la materia etérica que manipula la materia física densa del cerebro y viceversa (Powell A., 2005). Por lo tanto, el cuerpo astral actúa como un puente entre los cuerpos físicos y mentales.

 

“El cuerpo astral es verdaderamente un puente entre nuestra vida física y mental, sirviendo ambos como un transmisor de vibraciones desde lo físico a lo mental y desde lo mental a lo físico, y, de hecho, está principalmente desarrollado por este constante paso de vibraciones de un lado a otro” – Geoffery Hodson

 

Además, si está desarrollado, este cuerpo puede también actuar como un vehículo independiente de la conciencia y la acción. Según Arthur Powell, aunque la existencia del cuerpo emocional es omnipresente en cada persona, pocas personas son conscientes de la existencia y pueden controlar sus funciones a su voluntad. En la mayoría, el cuerpo astral aparece como una masa primaria de la materia astral y sus actividades mayoritariamente no están bajo el control humano. Sin embargo, en algunos, este cuerpo astral está bien desarrollado, posee vida propia que puede ser utilizado por su dueño de diferentes maneras (Powell, A., 2005). Uno de los poderes que se obtienen por el desarrollo del cuerpo astral es durante el sueño o el trance, cuando el cuerpo astral puede separarse del cuerpo físico y funcionar consciente y libremente en su propio plano. En este caso, el sueño-vida puede ser activo, útil e interesante, mientras que la memoria puede reducirse al cerebro físico.

 

También es posible dejar conscientemente el cuerpo físico en cualquier momento para funcionar libremente en el plano astral sin las limitaciones de la materia física; esto es llamado en ocasiones como viaje astral (Hodson, 2007).

 

De hecho, la clara compresión de la naturaleza y la estructura del cuerpo astral es crucial para nuestro entendimiento de la vida, sus posibilidades y sus limitaciones, después de la muerte.

 

También ayuda a comprender muchos fenómenos no físicos como ciertos métodos psíquicos de curación. Además, el conocimiento del cuerpo emocional como un vehículo de sentimientos y emociones, es considerablemente valioso para comprender los aspectos psicológicos del humano, tanto individual como colectivo, que se ocupan del psicoanálisis moderno.

 

Este artículo es una traducción autorizada por pranaworld.net. El original que puedes encontrar en  http://www.pranaworld.net/magazine/