“La experiencia de la Sanación Pranica en mi profesión ha sido muy sorprendente”

Doctor Ignacio Arteche, Coordinador Unidad de prácticas de bienestar de la salud del Hospital San Borja Arriarán.

Médico Pediatra y Gastroenterólogo infantil, desarrolló hasta 2005 toda su vida profesional en la medicina tradicional, hasta que en 2005 conoció la Sanación Pránica, hito que dio un giro en su carrera y en su vida personal. Hoy es Jefe de la Unidad de prácticas de bienestar de la salud del Hospital San Borja, donde se imparten distintas prácticas alternativas, que han ganado muchos adeptos, gracias a su rápida eficacia y bajos costos. Sobre la implementación de la Psicoterapia Pránica, los proyectos del Hospital y cómo la prácticas de bienestar de la salud y tradicional se han ido fusionando poco a poco, Ignacio Arteche asegura que “la experiencia de la técnica en el desarrollo de mi profesión ha sido muy sorprendente y satisfactoria”

Eres gastroenterólogo infantil, ¿cómo fue tu acercamiento a las prácticas de bienestar de la salud?

“El año 2006 se inició, por parte del Ministerio de Salud, una formación en prácticas de bienestar de la salud en varios hospitales de Santiago y provincia llamada “Sintergética”, la cual duraba tres años con 4 módulos por año, dictada por médicos colombianos y dirigida por el Dr Carvajal. Me fue presentado el programa y sentí que debía hacerlo y desde ese momento mi vida cambió progresiva y radicalmente. En la medida que uno va conociendo la Sanación Pránica, uno va desarrollándose espiritualmente. No sólo la técnica me acerca a esto sino un tema espiritual. La experiencia de la técnica en el desarrollo de mi profesión ha sido muy sorprendente y satisfactoria”.

¿Cómo ves el tema de la integración de la prácticas de bienestar de la salud a campos que han sido históricamente ocupados por la medicina tradicional?

“Es un camino que ha sido sembrado con mucho esfuerzo por muchas personas en forma silenciosa y  que ya ha brotado con tan buenos resultados y bajos costos que la resistencia a que ocupe su lugar ha ido progresivamente desapareciendo”.

¿Existen prejuicios desde la medicina tradicional a estas técnicas?

“Si existen, pero de a poco desaparecen. Y en el contexto donde me desenvuelvo, estas barreras han ido desapareciendo básicamente por la convicción con que uno aborda esta materia – mi experiencia y trayectoria como médico pediatra -, pero fundamentalmente por los resultados mostrados. Además al no existir una interrupción de las terapias farmacológicas, esto se presenta como un complemento que entrega excelentes resultados.”

¿Cómo evalúas los resultados de la Sanación Pránica en la aplicación de pacientes con enfermedades crónicas?

“Los resultados son bastante buenos e inmediatos. Un paciente que llega con un dolor de ocho puntos en una escala de una a diez, se puede ir de la consulta con cero dolor. Que se mantenga en el tiempo esa disminución creo es el desafío de la Sanación Pránica y de las demás prácticas de bienestar de la salud. Para tener efectividad hay que permanecer en el tiempo, que finalmente es la gracia de los tratamientos farmacológicos. Lo que sí se puede proyectar es que el uso de medicamentos disminuye al aplicar prácticas de bienestar de la salud, pues hay mejoras importantes”.

¿Desde el Estado existe algún tipo de reconocimiento o formalización a la prácticas de bienestar de la salud?

“La creación de la Unidad de prácticas de bienestar de la salud en el Hospital San Borja, sin duda es un reconocimiento y un paso adelante. Al ser una unidad formal dentro de la red de prestaciones del hospital, le entrega cierto estatus. A nivel del Ministerio de Salud están recién en el nivel de un trabajo de recopilación de información y de ver qué se está haciendo en todo el país. Pero es necesario poder unificar criterios, trabajar en conjunto para tener un sistema complementario y de apoyo. La Organización Mundial de la Salud ya instauró la necesidad de tener presente prácticas de bienestar de la salud en los hospitales públicos de todo el mundo”.

¿Cuándo se introdujo la prácticas de bienestar de la salud en el Hospital San Borja?

“En 2005 se inició la formación en Sintergética apoyada por el Ministerio de Salud donde el Dr. Claudio Méndez fue fundamental en su introducción en el hospital San Borja. La Unidad de prácticas de bienestar de la salud comenzó formalmente su funcionamiento el 2008”.

¿Cómo fue este proceso, quién lo lideró y cuáles fueron los principales obstáculos en un comienzo?

“El proceso de consolidación y materialización lo lideré yo junto al grupo (médico, kinesiólogos y terapeutas ocupacionales) con  quien iniciamos la primera formación en Sintergética”.

¿Qué terapias se emplean hoy y cómo han sido los resultados desde que comenzaron implementándose?

“Las terapias actuales son, en primer lugar, Sanación Pránica, Sintergética y, Terapias Florales en segundo lugar. Sus resultados van de buenos a milagrosos y con fracasos en ocasiones como en todo tipo de terapia”.

¿Cómo ha sido la recepción de los pacientes a las prácticas de Sanación Pránica?

“En la gran mayoría de las veces muy buena”.

¿Cómo es el conducto cuando llega un paciente aquejado?

“La Unidad de prácticas de bienestar de la salud funciona como cualquier unidad de especialidad del hospital. Es decir, el médico tratante tanto del hospital como del consultorio realiza una interconsulta a la unidad solicitando la terapia. Estos pacientes en su mayoría están con terapia alopática, a lo cual se le suma la que ofrecemos en la unidad”.

¿Cuáles dirías que son las principales ventajas de la Sanación Pránica y su implementación en el Hospital?

“Respuestas muy positivas ya en la primera consulta y muy bajo costo”.

¿Cuáles son los pasos a seguir del Hospital en términos de prácticas de bienestar de la salud?

“Ampliación del número de boxes para atención (actualmente sólo contamos con uno), dado el número creciente e importante de necesidad de los pacientes de prácticas de bienestar de la salud. Otro objetivo es seguir impartiendo el Diplomado en Sanación Pránica por lo menos 2 veces al año y en un futuro mediato consolidar un edificio dedicado exclusivamente a prácticas de bienestar de la salud como también a investigación”.

¿Qué expectativas tienes del Diplomado que se impartirá en conjunto con la USACH?

“El diplomado precisamente va a ayudar a comenzar a coordinarse y trabajar en conjunto. Tener canales de comunicación más formal. Además, es una instancia para poder hacer cosas tan elementales como unificar criterios y lenguaje, que todos los que trabajamos en prácticas de bienestar de la salud podamos entender lo mismo. Otro aspecto que sin duda será muy relevante es poder compartir experiencias y casos prácticos”.